La fiesta se llevó a cabo en Las Vegas y la entrada triunfal de Klum, de 38 años, no tuvo pérdida: la modelo apareció sobre una camilla, franqueada por dos médicos con las batas blancas manchadas de sangre. "Esta es mi decimotercera fiesta de Halloween y quería algo diferente", explicó más tarde a los periodistas. "Me puse a pensar en cómo me vería si me quitaran toda la piel y... ¡voilà!". Antes de comenzar, Heidi colgó en su Twitter fotos del largo proceso de preparación.
Y, aunque quiera, para el marido de la modelo, Seal, es imposible desentenderse de una de las noches más importantes del año para su mujer. Hace unos días, el cantante británico confesaba a la revista Us Weekly que suele colaborar con los altamente preparados disfraces de su mujer, que la han convertido en la última década en la reina de Halloween.
"Empezamos a prepararlo en julio. Comenzamos con un traje blanco, todo lo que hay encima está pintado a mano", explicó el cantante, refiriéndose a la obra de Martín Izquierdo, el artista que confeccionó el disfraz. "Izquierdo utilizó fotos anatómicas de cuerpos humanos para ubicar lo más precisamente posible los huesos y los músculos". Después de tener el traje listo, la modelo tuvo que someterse a unas tres horas de maquillaje para acabar los últimos detalles.
fuentes: el pais.com y VG.no
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