Gabrielle Bonheur Chanel, la icónica diseñadora francesa que revolucionó el mundo de la moda bajo el nombre de Coco Chanel, fue una espía de los nazis cuyo alias era Westminster . Así lo asegura una nueva biografía escrita por el historiador estadounidense Hal Vaughan, que ya está provocando un verdadero escándalo.
El libro se llama “Durmiendo con el enemigo: la guerra secreta de Coco Chanel”, y explica que estuvo identificada con el número F-7124. También sostiene que “Chanel era más que simplemente una simpatizante y colaboradora de los nazis.
Era una agente numerada que trabajaba para la Abwehr , la agencia de inteligencia militar alemana”.
Vaughan, asegura la editorial Knopf, escribió su libro basándose en documentos obtenidos en el Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos, donde constan “las extensas actividades de Chanel durante la guerra”. A lo largo de la II Guerra Mundial, la emblemática diseñadora francesa habría concretado misiones de inteligencia en Madrid y Berlín junto a su amante, el oficial Hans Gunter von Dinklage, algunas de ellas en nombre del general de las SS Walter Schellenberg, mano derecha del comandante en jefe de ese cuerpo, Heinrich Himmler.
De acuerdo al libro, Coco Chanel ostentaba una “arraigada” tendencia antisemita y utilizó su posición de espía nazi para recibir favores, como asegurarse la liberación de su sobrino de un campo militar o “arrebatarle” el control de su marca de perfumes a sus socios judíos, que se tuvieron que exiliar en Estados Unidos durante la guerra.
La célebre diseñadora, que protagonizó numerosas biografías y películas, murió en 1971 en París, ciudad a la que regresó a los 71 años –después de nueve años de exilio en Suiza– para resucitar su reputación y reinventar la marca con la que revolucionó el mundo de la moda.
Las revelaciones de esta singular historia de espionaje, que se mantuvo oculta durante seis décadas, provocó la reacción de la firma francesa. A través de un comunicado, la casa Chanel admite que hay muchas versiones sobre la actuación de la diseñadora en la guerra, pero argumenta que en realidad lo único que hizo es aprovechar su “relación de amistad” con el primer ministro británico Winston Churchill “para actuar como intermediaria entre los aliados y los alemanes , con vistas a un acuerdo de paz”.
La empresa niega, además, el supuesto antisemitismo de Coco Chanel, alegando que en su círculo íntimo había personas de origen judío. Entre ellas cita a la familia Rothschild, el fotógrafo Irving Penn y el escritor Jospeh Kessel. clarin.com
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