El maestro José Antonio Abreu destacó este martes que el Sistema de Coros y Orquestas Juveniles de Venezuela no sólo ha permitido la formación musical de niños y jóvenes sino que también ha generado un gran impacto en otras latitudes, lo que ha consolidado una gran hermandad en torno a la música.
"El sistema no es una isla, es parte del tejido social, está inmerso en el tejido social de Venezuela y expresa en su integridad las vivencias, las características, las raíces, está en la raíz del pueblo venezolano", expresó en el programa Cruce de Palabras que transmite Telesur.
Expresó que la música contribuye a una transformación de la familia y de la comunidad a partir de experiencia de los niños que forman parte del sistema. "Los niños que bailan y cantan, hablan constantemente y mayoritariamente de música porque la música es su mundo, es su vida y el momento más feliz del día para un niño es el momento del ensayo".
La transformación ocurre -explica Abreu- desde que el niño tiene contacto con el instrumento: "Comienza a tocarlo en su casa, y sus retos como artista envuelven a su familia. El niño pertenece a una orquesta que toca públicamente, él toca con su uniforme públicamente y se convierte en el orgullo y la esperanza de su madre, su padre, que lo ven siendo aplaudido por la comunidad, y se transforma la realidad de la familia".
Destacó que el efecto alcanza a la comunidad, especialmente en los sectores populares "porque mientras más popular es un barrio más profundamente penetra el amor a la música".
Indicó que el sistema de orquestas permite la formación en diversos géneros, que van desde Beethoven hasta la música criolla. "Nuestra música es de una riqueza y de una belleza infinita".
vtv.gob.ve
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